Sagasta, Práxedes Mateo (1825-1903).

Ingeniero de Caminos y Catedrático de su especialidad en la Universidad Central de Madrid se afilió al Partido Progresista, organización por la que fue Diputado. Fue Ministro de la Gobernación y de Estado durante la I República. Durante la restauración fundó el Partido Fusionista y acordó el pacto con Cánovas el turno pacífico de gobernación del Estado, por lo que fue en cinco ocasiones Presidente del Gobierno español. Reintrodujo el sufragio universal. Nombre simbólico Hermán Paz, fue Gran Maestro del GOE y Gran Comendador del S.C.º33.

Fue el segundo jefe de gobierno que alcanzó el oficio de Gran Maestro del GOE y de Soberano Comendador del Supremo Consejo. Aunque a diferencia de Miguel Ruiz Zorrilla su condición de masón fue menos aireada y menos conocida. También les diferenció que mientras a Miguel Zorrilla le ensalzaron los Grandes Oficiales del GOE, Sagasta fue elegido por todos sus miembros, y recibió el voto de las Logias madrileñas: Unión, Porvenir, Amor, Fraternidad, Primera Germanía, Armonía, Comuneros, Acacia y Esperanza.

En una comunicación de Sagasta en respuesta a su elección como Gran Maestro, decía: "Yo que no he contraído en la masonería compromisos con determinada facción de las que vez alguna, seducidas por ambiciosos desvelos o con sincero propósito de realizar el bien de la Orden, se han disputado la posesión de los primeros cargos dentro de ella; yo que no he reparado jamás para ofrecer mis servicios, muy insignificantes para lo que la Institución merece, en quien de mí los reclamó no a quien fueron prestados; que no he distinguido para dar todo el amor de mi corazón entre masones de uno u otro grado, de uno u otro Rito, de uno u otro Oriente; yo, que he creído siempre superior a todas estas distinciones que nacen del grado, del Rito y del Oriente el incomparable título de francmasón, juzgo que si algo significa el nombramiento de Gran Comendador y Gran Maestre que he debido a vuestra libre y espontánea voluntad, es el codiciado afán de todos vosotros de poner de una vez término feliz a la desconfianza y a la disensión, que tanto tiempo han porfiado para hacer saltar en pedazos los eslabones de la simbólica cadena.".

Se desconoce la fecha de su Iniciación, aunque está comúnmente aceptad que fue alrededor de 1860, y masón respetado por todos. Adversario político de Zorrilla, cuando Sagasta fue elegido Gran Maestro, se encontró que de las 102 Logias que existían cuando dimitió Zorrilla, se habían reducido a sólo 27 tras diversas rupturas, fusiones, crisis y depuraciones de intereses profanos dentro de su sede.

El 7 de marzo de 1876 fue elegido Gran Maestro del GOE, oficio que desempeñó hasta el 10 de mayo de 1881, fecha en la que fue elegido Antonio Romero Ortiz, ex ministro de Gracia y Justicia. En el balaustre del propio Sagasta dirigido a las Logias manifiesta que esta dimisión fue consecuencia de la aplicación de las Constituciones del GOE recién aprobadas y que llevaban consigo la renovación de los altos poderes de la Masonería española. Al finalizar la gran maestría de Sagasta, la Obediencia se encontraba fortalecida internamente, consiguió cierto reconocimiento internacional y alcanzaron las 172 Logias dentro del territorio de la península y sus colonias.

Durante su actividad política, coincidió cuando la Masonería luchó contra la pena de muerte en España, situación que chocaba frontalmente con las ideas de Libertad, Igualdad y Fraternidad de la Orden. En diversas ocasiones y en ocasiones a solicitud de algunas Logias, Sagasta consiguió el indulto de varios sentenciados; se cuenta que en el tercer caso de indulto, Sagasta frente a la pena de muerte del Hermano Juan Carreró y frente a una Consejo Masónico haciendo el saludo de la Cámara, dijo "Están vds. servidos. El Gobierno desea que no se dé a este hecho significación política de ningún género; es un acto puramente humanitario", finalizando nuevamente el signo masónico.

Durante su gran maestría, Sagasta, intentó conseguir la unidad de los masones españoles que estaban diseminados en diversas obediencias nacionales y extranjeras, objetivo manifestado según sus palabras: "Yo confío en que he de intentar, con fruto, la estrecha unión de todos mis hermanos: que la compacta piña que decora el chapitel de nuestras columnas simbólicas harto enseña cuán íntima debe ser para alcanzar vigor y con el vigor el triunfo de nuestro perseverante anhelo, la unión de todos los masones".